El mercado de la vivienda no se reactiva porque las bajadas no son lo suficientemente pronunciadas como para animar el sector y el gran stock de vivienda que hay no facilita las cosas. En este sentido, vimos como se intentaban adoptar medidas para poder convertir pisos libres en protegidos, para darles mejor salida.
¿Qué ha pasado en Madrid, por ejemplo? pues que ni un sólo promotor ha decidido acogerse a este medida y no han querido pasar a protegidos los pisos que alquilan con opción a compra. El gobierno central achaca a la comunidad de Madrid que ha tardado demasiado tiempo en tomar esta medida; sin embargo, desde el otro lado asumen que los empresarios no están utilizando las herramientas que se ponen a su disposición. La pregunta es hasta dónde se tensará la cuerda y cuánto se podrá sostener esta sobreoferta de vivienda sin vender.
Parece que los promotores se siguen quejando de esta situación: desde la a Asociación de Promotores Inmobiliarios de Baleares denuncian que "hay unas 6.000 viviendas sin vender". Sin embargo, el último proyecto urbanístico del Govern, Son Bordoy, quería poner en el tablero de juego más de 800 viviendas más, para agravar aún más el problema; para los promotores, esto es compentencia desleal.
Desde otro punto de vista, nos encontramos con la exposición auspiciada por el Ministerio de Vivienda y la Asociación de Promotores Públicos de Vivienda y Suelo : "La vivienda protegida. Historia de una necesidad" que trata de la transformación de la vivienda protegida desde principios del siglo pasado hasta nuestros días.
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